martes, 4 de noviembre de 2008

¿La última oportunidad para Iverson?

Lo reconozco, Allen Ezail Iverson es una de mis grandes debilidades en la NBA. Desde sus comienzos en los Philadelphia 76ers allá por 1996 cuando fue elegido en el primer puesto del Draft, procedente de los Georgetown Hoyas, hasta no hace mucho cuando se marchó a los Denver Nuggets en busca de esa última oportunidad para hacerse con el anillo, he disfrutado de cada una de las acciones de este jugón.

Iverson es un tipo especial, y no lo digo por sus continuas broncas o por aquel disco de rap, titulado 40 Bars, que no llegó a publicar por el contenido de sus letras. Él sólo fue capaz de llevar a Philadelphia a la Final de la NBA en 2001, año en el que fue MVP de la temporada regular y del All-Star Game, aunque Los Angeles Lakers de Kobe Bryant y Shaquille O'Neal les privó del título. Rookie del año e integrante del mejor quinteto de novatos en 1996, siempre ha sido un jugador que ha creado amor y odio a partes iguales. El porcentaje anotador a lo largo de su carrera es el tercer mejor de la historia de la NBA (27.8 puntos por partido), superado únicamente por Michael Jordan y Wilt Chamberlain, aunque otros lo pueden justificar en que se tira hasta las zapatillas.



Bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, entre sus grandes ‘perlas’ está ese crossover que le hizo a Michael Jordan en su año de novato. Iverson ha sido elegido para disputar como titular el All-Star Game siete temporadas consecutivas y ha sido votado también en siete ocasiones en los mejores quintetos de la temporada. Todo esto le valió para irse a Denver con galones de megaestrella.

En Denver palpó de primera mano la dureza del oeste, y a pesar de compartir equipo con otra estrella, menor, como Carmelo Anthony, no fueron capaces de llevar a los Nuggets a cotas altas que se les podían presuponer. Ahora ha dado un paso más marchándose a los Detroit Pistons, aunque a pesar de sus 33 años, no será el último, ya que en 2009 acaba contrato y firmará su último gran contrato otro. Iverson jugará a partir de ahora en la ciudad del Motor y del sonido Motown, a cambio de Chauncey Billups, Antonio McDyess y Cheikh Samb, que pasaran a formar parte de Denver. El cambio puede ser más o menos discutido, lo que está claro es que los Pistons buscaban ese ‘algo’ que les pueda hacer especial, que les produzca ese extra de cara a esa futura final de conferencia ante Boston si Cleveland y Orlando lo permiten.


Por su parte, Iverson, hace una de sus últimas apuestas por el ansiado anillo. Formará en Detroit uno de los mejores tríos exteriores de la liga junto a Richard Hamilton y Tayshaun Prince, con la ayuda bajo los tableros de Sheed Wallace. Desde mi punto de vista, principal causante de que el comisionado David Stern estableció un código de vestimenta, este ‘grande’ como es Iverson tiene ante sí un gran reto. Creo que este año nos vamos a divertir, y ahora, ya no sólo confío en Boston para que sea, otra vez capaz, de llevar el título para el este.

Además de las dos fotos que podéis ver arriba donde se resume parte de la vida en la NBA de Iverson, os dejo a continuación un video 'remix' con algunos de sus mejores crossover, comenzando por el mítico que le hizo a Michael Jordan:

4 comentarios:

Diegocelta dijo...

Hay que admtitir que es el mejor haciendo este movimiento

Anónimo dijo...

Delfín buen artículo,sobre un personaje del que como bien dices, no puede dejar a nadie indiferente.A mi modo de ver, los grades jugadores son aquellos que hacen mejores a los demás, reiterándome en el concepto de "efecto Mazinho". Aquellos otros que representan el espíritu del puro individualismo, por mucha técnica individual que tengan, y este el caso, están avocados a vivir en nuestras memorias un tiempo muy limitado. Él vive para él y por él; podrá anotar todos los puntos que quiera, habría que ver si tb es el tercero en porcentajes, pero por la cola...

Un abrazo

Armerman

P.S: mítico o típico???. pregúntale a Álvaro

Anónimo dijo...

evidentemente es grandes y no grades, abocados y no avocados...es que necesito un cursillo aunque sea de máquina de escribir. Gracias a ambos por el blog.

matraco dijo...

Iverson no me gusta. No me preguntes porqué, pero es el típico jugón chupón que no me acaba de convencer. Nunca ha conectado con sus compañeros al 100%, y creo que Detroit será otro episodio mas de su vida.
Enhorabuena por el blog y saludos desde jugones.